HLBLL student Emir Cruz directs and stars in “Simón del desierto,” a new play he also adapted from the Luis Buñuel film of the same name. The play is running for two weeks beginning Friday, May 15th, at the Broadway Blackbox Theater.

Read on to find out more about the play.

“Simón del desierto” es una obra teatral miscelánea inspirada en la película del mismo título realizada en México por el director vanguardista Luis Buñuel en 1965. Aparte de adaptar gran parte el controvertido film buñuelesco, en esta obra de carácter experimental el actor Emir Cruz llamativamente ha orquestado elementos de distintas fuentes tales como el monólogo dramático “Saint Simeon the Stylites” de Alfred Lord Tennyson publicado en 1842, fragmentos poéticos extraídos de textos del libanés Khalil Gibrán, música medieval tanto de la liturgia ortodoxa griega como de la católica romana, entre otros aditamentos que contribuyen a la creación de un universo paralelo en el que extrañamente se rompen las nociones del tiempo lineal y simultáneamente conviven el presente, el pasado y el futuro.

Simón, el personaje principal de esta pieza teatral, interpretado por el propio Emir Cruz, está inspirado en San Simeón el Estilita, un santo ermitaño que durante treinta y siete años vivió en lo alto de una columna en las afueras de la ciudad de Alepo, en Siria. En pos de convertirse en santo y entrar al Paraíso, Simeón se sometía a fuertes penitencias sobre su pilar: pasaba la mayor parte de su tiempo en oración y meditación, casi no comía, dormía poco y con frecuencia se torturaba físicamente flagelándose hasta el extremo. Según la tradición, el Estilita caía en éxtasis profundos similares a los que experimentaba San Francisco de Asís, tenía diálogos de tú a tú con Satanás, con la Virgen María y a veces conversaba con el mismo Dios. Considerándolo una celebridad medieval, campeón y digno representante del ideal de santidad de su época, muchas personas venían a verlo en busca de milagros de todo tipo y de aliento espiritual.

En su nueva propuesta teatral Cruz ha creado un mundo ficticio en el que no sólo se parodia la religiosidad extrema que caracteriza a Simón, el ermita protagonista de la obra, sino que también pone en relieve realidades universales que transcienden el tiempo tales como la dicotomía entre el ser y parecer, la complejidad de la relaciones humanas, el declive de los valores en una sociedad en crisis y la “cultura del espectáculo”, un fenómeno o síndrome del que muchas personas padecen hoy día.